Perú, el país mágico
Viajar a Perú es despertar sueños pendientes, conectarse con uno mismo y adentrarse en cinco mil años de historia viva. País de contrastes donde los haya, misticismo y gente excepcional, es una cita obligada en la vida.
Emprendemos viaje a Perú con el vuelo inaugural Madrid-Lima de la aerolínea española Plus Ultra. Recibidos con todos los honores en la capital limeña, vivimos un bautizo a gran escala donde somos literalmente rociados por dos enormes mangueras al entrar en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Es una manera simbólica de entrar en esta travesía que necesita al viajero ligero de equipaje, dejando atrás todo aquello que pueda perturbar la visión de este mágico y extraordinario país, que te deja el corazón robado para siempre.
Desde el primer momento en tierra uno se prepara a base de infusiones de la hoja de coca para intentar combatir el mal de altura que seguramente nos abordará en Cuzco.
Cuzco y el Valle Sagrado
Ciudad de un rico legado histórico y monumental, ubicado a 3.400m de altura en plena cordillera andina, es la mítica capital del Imperio Inca. Conserva orgullosa sus paredes y muros de piedra, que evocan la grandeza de los hijos del sol. Pletórica de monumentos y reliquias históricas, de mitos y leyendas, parece renacer cada vez que uno recorre sus centenarias calles. Apenas uno llega, se topa con la inmensa Plaza de Armas, escenario de las varias fiestas locales que tienen lugar aquí. Uno de los mejores alojamientos, por no decir el más exquisito, tiene nombre y apellidos: Inkaterra La Casona. Se trata del primer hotel boutique de Cuzco, ubicado en la tradicional Plaza de las Nazarenas, rodeado de vibrantes calles empedradas. Esta mansión del siglo XVI yace sobre una academia para el entrenamiento de un selecto ejército del imperio Inca, y tuvo al conquistador español Diego de Almagro y al Libertador Simón Bolívar entre sus ilustres huéspedes de antaño, y a personajes más contemporáneas como Antonio Banderas, Mick Jagger o la Familia Real Holandesa.
Sufrió una concienzuda restauración que duró cinco años para enfatizar su arquitectura original. Alrededor del patio principal, sus once suites están provistas de chimeneas, suelos radiantes y grandes bañeras. Sus salones están decorados con muebles coloniales, telas precolombinas y murales originales.
Pero si se trata de un grupo más numeroso y queremos seguir estando en el Valle Sagrado de los Incas, a medio camino entre Cuzco y Machu Picchu, podemos probar el relativamente nuevo Inkaterra Hacienda Urubamba. Es un hotel estilo hacienda contemporánea, inmerso en el campo rodeado de imponentes montañas verdes y con chacra (producción agrícola) orgánica propia del hotel. Las 12 habitaciones en la Casa Hacienda y las 24 casitas independientes cuentan con impresionantes vistas del valle, permitiendo al viajero disfrutar de la tranquilidad del valle, visitar las Salinas de Maras o conocer la cultura inca a través de actividades propuestas por el hotel. Urubamba.
Siguiendo nuestro itinerario hacia el templo sagrado llegamos a Ollantaytambo, poblado y sitio arqueológico incaico, a unos 90 km al noroeste de la ciudad del Cuzco y única estación de tren para llegar a Aguas Calientes. El servicio en el tren es impecable, me recuerda a un Orient Express más terrenal, con servicio de comida a bordo y ventanales que te permiten entretener las casi dos horas que tarda en recorrer los 44 km que nos separan de Aguas Calientes. A través de un trayecto zigzagueante dejamos la zona de tundra alpina y nos adentramos a una vegetación más frondosa, ceja de selva, que compone el paisaje a 2.038 metros de altura.
Machu Picchu, el santuario de los incas
Por fin llegamos a Aguas Calientes o también llamado Machu Picchu pueblo, la única población que custodia el ascenso al mítico santuario por transporte terrestre. A través del Camino Inca hacia Machu Picchu se puede llegar también, pero únicamente a pie y requiere hasta seis meses de antelación para asegurar su espacio.
La Reserva Histórica de Machu Picchu (montaña vieja) es un lugar mágico que fascina a través de sus vastos restos arqueológicos, formaciones geológicas, flora y fauna única, y el espectacular bosque de nubes. El complejo arquitectónico fue construido aproximadamente en el siglo XV por el inca Pachacutec, según historiadores. Machu Picchu estuvo interconectado con todo el imperio Inca a través del Qhapaq Ñan, conocida ruta de los caminos del inca. Hubo que esperar hasta el 1911 cuando por casualidad, Hiram Bingham descubrió el yacimiento en busca de ‘la ciudad perdida de los incas’. Actualmente es considerada patrimonio cultural de la humanidad al ser reconocida como importante centro político, religioso y administrativo de la época incaica.
Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel es el alojamiento ideal para disfrutar de la visita al santuario. Ocupa un área de cinco hectáreas de reserva privada, ubicado a los pies de la montaña Machu Picchu, cerca de la estación de Machu Picchu Pueblo. Con el aspecto y la sensación de un rústico pueblo andino, este acogedor refugio ofrece a los viajeros un experiencia de viaje auténtica. Los espectaculares jardines cuentan con 372 especies de orquídeas nativas en su hábitat natural, 207 especies de aves y 111 especies de mariposas, entre una diversidad de maravillas naturales.
Expertos artesanos construyeron este hotel boutique de 85 casitas utilizando piedra, adobe, estuco y vigas de eucalipto para crear este ambiente de pueblo andino. Los viajeros seguirán caminos de piedra hacia sus habitaciones, ubicadas en cómodas “casitas” de uno o dos pisos.
La selva amazónica primaria
Calor, humedad, mosquitos y una impresionante vegetación con flora y fauna que uno sólo puede admirar aquí, en plena selva amazónica primaria. Puerto Maldonado es una ciudad del sureste del Perú, capital del Departamento de Madre de Dios, situada a orillas del río Madre de Dios (antiguamente Amaru Mayo). Es uno de los principales núcleos comerciales de la Amazonia y por el cual se accede a través del río de la cuenca del Amazonas, hasta el alojamiento donde vamos a vivir nuestra pequeña aventura selvática.
Un albergue de lujo ecológico frente al río Madre de Dios, Inkaterra Reserva Amazónica, tiene 35 cabañas de madera inspiradas en la cultura Ese’Eja. Dormir sin ventanas y con apenas una mosquitera, oír el canto de las aves nocturnas y el sosegado discurrir de las aguas del río, lo hacen una experiencia única. El hotel ofrece una variada selección de excursiones a la carta, incluyendo una visita al Inkaterra Canopy Walkway, un sistema de puentes a 30 metros sobre el suelo, permitiendo a los viajeros disfrutar una vista privilegiada del bosque amazónico. En 2013, Inkaterra Reserva Amazónica fue elegido por la revista National Geographic Traveler entre los 25 mejores eco-lodges del mundo y en él se puede deleitar uno con la exquisita gastronomía peruana que hemos ido recorriendo a lo largo de sus diferentes zonas.
Ingenio, mestizaje y sabor, así podríamos definir la cultura culinaria peruana como resultado de la fusión de la inmigración española, africana, china, japonesa e italiana. A lo largo de nuestro periplo hemos degustado platos típicos como el ceviche (en nuestro caso de trucha), plato bandera peruano influenciado por la cocina nipona, el inigualable anticucho, el lomo saltado, el cui (parecido al conejo de gran contenido proteico) y un sinfín de delicias siendo el pisco sour, nuestra bebida favorita durante todo el viaje. Así brindamos no un ‘adiós’, sino un ‘hasta pronto’ porque en este país extraordinario queda todavía mucho por ver.
Más información:
Summerwind GSA
C/ Barbadillo 4, 4ªplanta
28042 Madrid
T +34 917480030