Movilidad Corporativa Terrestre (De la propiedad al uso)
Es seguramente en el uso corporativo y sus distintas formas de tenencia de un vehículo de empresa donde se encuentra una de las palancas de transformación del actual y, especialmente, del futuro ecosistema de movilidad.
La movilidad terrestre ha dependido en los últimos 100 años casi exclusivamente de los fabricantes de vehículos. Un modelo de movilidad basado en la propiedad del vehículo, ya sea en manos de un particular o de una empresa. El uso corporativo de un turismo o un vehículo comercial, así como sus distintas formas de disfrutarlo, es algo más reciente en la historia de la movilidad.
De la propiedad al uso
El rent a car (RaC) o alquiler de vehículo más clásico, el renting y, en menor medida, el leasing son fórmulas que han permitido a particulares y empresas acceder a una movilidad donde lo importante ya no era la propiedad del vehículo, sino su uso.
Al principio las marcas se limitaron a vender sus vehículos a estas nuevas empresas y start up’s de movilidad.
Pero el pastel fue creciendo y los gigantes de la automoción no quisieron quedarse atrás. Ya sea a través de sus propias financieras o entrando en el accionariado de ciertas compañías de renting y RaC, los fabricantes también forman parte de la evolución y crecimiento de estas fórmulas.
Eso sí, su principal preocupación seguía siendo, y todavía lo es, vender el mayor número de vehículos.
Pero en la última década, especialmente en los últimos 5 años, hemos asistido a un cambio de paradigma en la movilidad sobre ruedas, que es fruto de la transformación de los hábitos de consumo y comportamiento de los usuarios/compradores de movilidad.
Y en estos momentos los fabricantes no solo fabrican los vehículos también quieren controlar el usufructo de los mismos. En otras palabras, ser al mismo tiempo proveedores de bienes y de servicios. Quieren convertirse en facilitadores de servicios movilidad, adaptándose a la demanda concreta de sus potenciales clientes, ya sea un particular o una empresa.
Start up’s y alianzas
Para conseguir este objetivo, las marcas han adoptado principalmente dos estrategias: crear sus propias divisiones de servicios de movilidad. (ello incluye la absorción de start up’s o la entrada en su accionariado). Y la creación de alianzas con otros fabricantes.
No solo en España hay un clima de cambio y restructuración a la hora de considerar nuevas alternativas para movilizar a los empleados en sus funciones habituales de trabajo.
El ahorro –que suele aparecer en primer lugar-, la búsqueda de opciones más sostenibles, y el ‘traje a medida’, suelen ser las razones más frecuentes por las que las empresas valoran ‘explorar’ las nuevas alternativas de movilidad a las flotas y a los tradiciones RaC, como modelo de movilidad terrestre corporativo.
Existe un amplio abanico de modalidades de transporte corporativo que irrumpen en el mercado para instalarse como nuevas opciones válidas a tener en cuenta en muchas compañías españolas.