La pandemia cambia las tendencias de los gastos profesionales
Un estudio elaborado por Expensya concluye que los gastos de restauración siguen al frente del ranking de los gastos profesionales. Pero la pandemia está modificando los hábitos de consumo. Ejemplo de ello son el incremento de los gastos provenientes de servicios y equipamiento.
Expensya, empresa especializada en el mercado de la gestión de gastos profesionales, ha realizado un estudio de casi cien millones de euros en gastos de empresa de sus clientes en España. Un análisis que permite analizar las consecuencias de la COVID-19 en los gastos corporativos.
Gastos de restauración a la baja
Según el estudio de Expensya, los gastos procedentes de restauración (restaurantes, supermercados, tiendas de alimentación…) siguen liderando el ranking de gastos profesionales. De hecho, un 45% de los recibos tratados durante 2020 corresponden a esta categoría. Sin embargo, la crisis sanitaria ha provocado dos efectos. Por un lado, el descenso del gasto destinado a esta partida: del 32% de 2019 al 21% de 2020. Y por otro, la mayor parte de los justificantes de pago fueron emitidos por supermercados, seguido de establecimientos de comida rápida. Se trata de una tendencia lógica si tenemos en cuenta que los locales de restauración han sufrido importantes limitaciones de apertura.
El teletrabajo impulsa el gasto en servicios y equipamientos
Una de las principales conclusiones del estudio de Expensya es el incremento del gasto en partidas de servicios y equipamiento como consecuencia del aumento del teletrabajo.
En el caso de los servicios, su “trozo de pastel” pasa del 13% de 2019 al 20% en 2020. Además, si hace 2 años los servicios de consultoría y abogados copaban los recibos y gastos de esta categoría, en 2020 ha sido Zoom, la aplicación de video-llamadas, la principal fuente de gasto, “al ser la opción más utilizada por las empresas para estar en contacto con sus trabajadores.”
En esta misma línea, el gasto en equipamiento ha aumentado hasta el 19%, tanto en número de recibos tratados como en el coste total. Sin duda se trata de otra de las consecuencias del teletrabajo, pues fueron muchos los profesionales que tuvieron que invertir en equipos informáticos, elementos de iluminación, mobiliario, etc.
¿Cómo ha cambiado la movilidad profesional?
Nuevamente la pandemia de COVID-19 incide en un capítulo siempre clave en la gestión de gastos: el transporte. Las restricciones provocaron que durante 2020 no siempre fuera fácil desplazarse en avión. Si a ello sumamos el miedo a contagiarse en el transporte público (metro, bus, tren…), la consecuencia es un mayor uso del coche. De ahí que la categoría de carburante haya reflejado un gran aumento en relación con 2019, tanto en lo que respecta al gasto total de los usuarios (del 10% al 18% en 2020) como en lo referente al número de recibos tratados (de un 7% a un 9%). Sin embargo, los gastos procedentes de peajes han descendido desde un 4,06% (2019) a tan solo un 2,04%, mientras que los derivados de medios de transporte como avión, bus, tren o metro han sido desplazados a las últimas posiciones. También los gastos derivados de taxis han descendido de forma importante del 8,5% al 2,8%.
Alojamiento: menos recibos pero más gasto
Confinamientos, toques de queda y cuarentenas han provocado que los profesionales incrementaran sus gastos en alojamiento. Pero hay que mirar al detalle: aunque el número de recibos ha disminuido, el gasto ha aumentado (del 5,8 al 11%). Según Expensya, esto se explica “por un aumento de los precios y/o en el incremento del número de noches ante la falta de movilidad por la COVID-19.”