Viaje corporativo y accesibilidad: el reto de la movilidad reducida

Por: Ignacio Blanco

¿Cuántas veces nos hemos encontrado en situación de movilidad reducida en alguno de nuestros viajes de empresa: lumbalgia, embarazo muy avanzado, esguince, escayola en brazo o pierna? ¿Cómo afrontamos ese viaje? ¿Están los hoteles y demás servicios auxiliares preparados para acogernos con normalidad o más bien ese día nos damos cuenta de la multitud de barreras arquitectónicas que nos encontramos a diario y que salvamos y a las que no prestamos atención?

el reto de la movilidad reducida

Si tuvieras que ir de viaje en silla de ruedas seguramente te encontrarías con muchas dificultades antes de llegar a tu destino. Tendrás que llamar a un taxi adaptado para que te lleve al aeropuerto o estación de tren, sin hablar de la cantidad de barreras que te encontrarás en tu camino: farolas en la mitad de la acera, bordillos imposibles de subir, rampas empinadísimas tanto para bajar como para subir, etc.

Los hoteles tienen por ley un porcentaje de habitaciones adaptadas, pero en la mayoría de los casos esas habitaciones son poco atractivas y parecen más la sucursal de un geriátrico que un hotel.

En los aeropuertos tienes los servicios de asistencia a la movilidad que funcionan muy bien y suelen estar diseñados para poderte mover con fluidez desde la misma entrada hasta el finger; otra cosa distinta es si no hay finger.

En trenes el tema está algo más complicado, andenes no aptos, vagones imposibles, tema a revisar cuando además tenemos una población cada vez mayor.

Una vez conseguimos llegar al hotel, tienen por ley un porcentaje de habitaciones adaptadas, pero en la mayoría de los casos esas habitaciones son poco atractivas y parecen más la sucursal de un geriátrico que un hotel. En recepción, si te la asignan, te piden disculpas por habértela dado y te ofrecen un descuento ya que te la dan porque el hotel está completo.

Son muchas las barreras arquitectónicas que nos encontraremos cuando programemos un viaje corporativo.

En el hotel te vas a encontrar mostradores altos y no vas a ver a la persona que te está atendiendo, el bufet de desayuno, tendrá la tostadora a una altura no apta para una persona en silla de ruedas, la cafetera, los pasillos para moverte por entre las mesas, la altura de la mesa o la pata central volverán a incordiar tu experiencia de viaje.

Es un tema de conciencia laboral que tiene que estar en el ADN de las compañías

Hasta ahora hemos planteado este viaje desde la perspectiva de alguien que sufre esta situación de una manera coyuntural, pero ¿qué pasa con grandes multinacionales que tienen integrado dentro de su RSC el incorporar a compañeros de trabajo con diversidad en movilidad: REPSOL, Ilunion, etc.? Empresas concienciadas en que todos somos iguales y que todos podemos desarrollar los mismos trabajos. ¿Cómo han adaptado estas empresas sus políticas de viaje? ¿Cómo gestionan sus RFP’s para conseguir que sus proveedores de servicios de viajes se ajusten a sus demandas especiales?

En nuestros viajes de prospección y cuando visitamos hoteles, nos encontramos casi siempre con los mismos problemas: enchufes donde cargar nuestros dispositivos a una altura bajísima, lo que provoca que – casi- tengamos que arrodillarnos. Cuartos de baño para discapacitados que están cerrados con llave y que tienes que avisar para que te lo abran, aparatos ‘salva escaleras’ que sirven para cumplir con la ley, pero que también hay que avisar para usarlos. Pongo estos ejemplos para evidenciar que solo por no ser bípedo, tengo que hacer algo que me está discriminando.

Si vas a ir a una empresa de alquiler de vehículos, acompañando a quien va a conducir, seguramente no puedas entrar en la oficina y en segundo lugar lo más probable es que los mostradores sean demasiado altos para que puedas compartir cómodamente la elección de vehículo.

Punto y aparte son los restaurantes y sobre todo los de moda, pasillos imposibles para moverte en silla de ruedas, mesas estrechas, escaleras para entrar en el restaurante.

Como veis son muchas las barreras arquitectónicas que nos encontraremos cuando programemos un viaje corporativo. Nos movemos con complicaciones y todas ellas afectan a un cuestión tan fundamental como es la igualdad de las personas. No discriminar a las personas en función de sus capacidades es un derecho fundamental reconocido en la normativa internacional y, como no, en las leyes del Reino de España.

Tenemos que actualizar nuestras políticas de viajes para incluir políticas inclusivas, integradoras que hagan normal la diversidad.

En empresas como casaGnial, nos dedicamos a romper las barreras buscando soluciones de diseño que eliminen o en el peor de los casos mitiguen la arquitectura agresiva. Un establecimiento con diseño para todos, es un lugar cómodo al que querremos volver, por lo tanto, cualquier inversión en accesibilidad redundará en mayor fidelidad del cliente, por lo tanto, en mayor ingreso.

Una habitación de hotel cómoda para todos, permitirá que lo puedan usar un mayor número de personas y además se puede hacer manteniendo el diseño original del hotel.

Hoy que cada vez trabajamos hasta edades más avanzadas, nos encontraremos que las necesidades de habitaciones cómodas y resto de servicios adaptados, serán cada vez más demandados.

Tenemos que actualizar nuestras políticas de viajes para incluir políticas inclusivas, integradoras que hagan normal la diversidad, que nos garanticen el bienestar en nuestros desplazamientos corporativos. Es un tema de conciencia laboral que tiene que estar en el ADN de las compañías y ese ADN se llama RSC, Responsabilidad Social Corporativa.

Ignacio Blanco

Director Comercial de casaGnial

www.casagnial.es