El MICE Deluxe conquista los 7 mares
Por: Luz Bouza
Una vez cruzas la pasarela, un amable anfitrión te da la bienvenida con un exótico cóctel en copa de diseño, mientras un diligente mayordomo toma tu equipaje para acompañarte a la lujosa cabina que será tu estancia privada en los próximos días.
Son infinitos los detalles que sorprenden a bordo de una embarcación de lujo, tantos, que incluso los viajeros más exigentes, acostumbrados a la ostentación de los hoteles de cinco estrellas, ven sus expectativas totalmente superadas.
Sin duda, los cruceros de lujo ofrecen todo aquello que podamos imaginar para cumplir nuestros mejores sueños durante las vacaciones, pero…¿qué pasa cuando esa embarcación no nos lleva solo a descansar, sino que el objetivo principal son unas jornadas de trabajo?
Desde hace ya varios años los cruceros se han sumado a las inagotables alternativas que ofrecen las agencias del sector MICE (Meetings, Incentives, Conventions and Exhibits) a sus empresas clientes.
Y lo cierto es que es una solución brillante: la empresa puede concentrar a sus empleados en un espacio muy determinado y limitado, con todas las necesidades de hostelería cubiertas y donde pueden mantener la concentración y la cohesión de grupo, aparte de poder disfrutar de infinidad de entretenimientos, por no hablar del ambiente náutico único donde se van a desarrollar todas las actividades (tanto laborales como lúdicas).
La ventaja principal es muy clara: se unifican en un único espacio las infraestructuras, el equipamiento, la oferta gastronómica y el alojamiento.
Es una opción de lo más acertada, dado que de unos años a esta parte las navieras ofrecen una serie de mejoras tecnológicas que propician la conquista del mar por parte del segmento MICE. Las nuevas embarcaciones disponen desde Wi-Fi a bordo y modernas salas de conferencias hasta servicios de azafatas y traducción con el objetivo de atraer a audiencias corporativas para reuniones anuales, celebraciones, conferencias y otros eventos. Incluso algunas navieras de las más populares, como es el caso de Pullmantur creó una línea exclusiva para este segmento: Pullmantur Meetings. Esta naviera realizó un estudio hace aproximadamente seis años donde determinó un ahorro de en torno al 35% para las empresas que contratasen sus servicios de MICE en un crucero, sobre las que lo hacían de los mismos servicios en tierra.
MSC se convirtió en pionero en España del MICE en el mar cuando el 14 de octubre de 2012 zarpaba del puerto de Barcelona el MSC Splendida como el primer crucero Business Networking. A lo largo de ocho días por el Mediterráneo, grandes empresas, pymes y emprendedores a nivel nacional se reunían en un buque donde los negocios, la comunicación y las relaciones públicas se unían con todas las posibilidades de ocio y entretenimiento que ofrece un crucero de estas características.
La ventaja principal es muy clara: se unifican en un único espacio las infraestructuras, el equipamiento, la oferta gastronómica y el alojamiento. Y además de unas vistas inmejorables, hemos de añadir que no es un entorno estático, sino que extraordinariamente, esa reunión, convención o incentivo puede llevarles a prácticamente cualquier rincón del mundo mientras trabajan.
SEA CLOUD CRUISES
Esta naviera obtiene su nombre de su buque insignia, un lujosísimo velero fabricado en un astillero de Kiel (Alemania) en 1931 a petición de Edgard Francis Hutton, uno de los empresarios neoyorkinos con más éxito en Wall Street, y su esposa Marjorie Merriweather Post, una rica heredera americana. Tras una larga historia en la que la embarcación pasó por diferentes propietarios y funciones (así como estación meteorológica de la armada de los EEUU durante la Segunda Guerra Mundial), en 1993 pasa a ser propiedad del alemán Hermann Eble, propietario de la naviera Hansa Treunhand, el grupo al que pertenece la compañía Sea Cloud Cruises.
El Sea Cloud dispone de 32 lujosos camarotes, con una decoración donde predomina la extravagancia y el clasicismo que la señora Merriweather imprimió en su día. Dispone del bar Lido en una soleada cubierta y de un restaurante presidido por maderas preciosas, bronce y pinturas náuticas. Fiel a la premisa de que en un crucero de lujo cada pasajero debe recibir la total atención de al menos un tripulante, la tripulación consta de 60 miembros.
Actualmente el clásico buque realiza cruceros organizados por el Caribe, los países del norte de Europa, el Mediterráneo e incluso existe la opción de realizar travesías transatlánticas.
El Sea Cloud ofrecería a una reunión de gerentes, por ejemplo, todo el lujo del yate privado que un día fue, con todo el misticismo y glamour que se pueda soñar, surcando los mares en un velero clásico.
LE PONANT
La naviera francesa Le Ponant cuenta con 5 embarcaciones de lujo: cuatro megayates y el moderno gran velero, que da nombre a la compañía: Le Ponant. En ellos ofrece la posibilidad de viajar en un ambiente exclusivo, disfrutar de la comodidad y todo el savoir faire francés de un crucero privado a bordo de un buque de tamaño íntimo, discreto y elegante que puede acoger entre 64 y 264 pasajeros, dependiendo de la embarcación.
Una dedicada tripulación ofrece un servicio excepcional y alta calidad de cocina gourmet de estilo francés que haría las delicias del más exquisito viaje de incentivo.
Actualmente Le Ponant realiza itinerarios por el Norte de Europa y Groenlandia, Mediterráneo, Mar Rojo y Golfo Pérsico, Océano Índico, Sudamérica y Caribe, Antártica, Norteamérica y Asia.
SILVERSEA CRUISES
Naviera propiedad de la familia romana Lefebvre, los nueve barcos de Silversea Cruises son el paradigma del buen gusto italiano y la forma de entender la vida europea. Todas las embarcaciones constan de impresionantes suites, con servicio de mayordomo, balcón privado e inigualables vistas a cualquiera de los 900 destinos donde atracan cada año. El gran número de puertos donde fondean las embarcaciones Silversea es una de las características que determinan su distinción con respecto a otras navieras.
La alta cocina de a bordo se sirve siempre a la carta, lo que brinda una excelencia culinaria incomparable.
Otro detalle que marca la diferencia son los tres barcos dedicados a la expedición (Silversea Expeditions), ofreciendo a sus pasajeros más aventureros la posibilidad de adentrarse en los destinos más recónditos y curiosos de la tierra sin perder el lujo y la intimidad que Silversea brinda a sus clientes. Qué mejor opción para, por ejemplo, altos directivos que disfrutar de expediciones fotográficas a destinos únicos en un viaje de incentivo para desestresar su mente inmersa en un día a día de toma de difíciles decisiones.
OCEANIA CRUISES
La naviera, cuya empresa matriz es Norwegian Cruise Line Holdings Ltd., destaca en la actualidad por una propuesta apasionante que si bien, de entrada no sería válida para plantear unas jornadas de trabajo o un congreso (especialmente por su duración), sí que podría valorarse como regalo de incentivo de final de una brillante carrera profesional como directivo de una compañía: la vuelta al mundo en 180 días.
Los buques del Oceania presumen de ser los que mejor y más amplia oferta disponen de menús veganos, tan en boca de todos en los últimos tiempos. Cuentan con más de 250 platos vegetarianos en sus cartas, lo cual sin duda, les hará ganar seguidores entre el público más sano y consecuente con el medio animal.
Vegana o no, sin duda uno de los puntos fuertes de los barcos de Oceania Cruises es la gastronomía gourmet a cargo del Chef Jacques Pépin, reconocido internacionalmente.
PAUL GAUGUIN CRUISES
Esta naviera, propiedad del Beachcomber Croisières Limited, además de gestionar los lujosos hoteles de la Polinesia Francesa, tiene en el m/s Paul Gauguin su buque insignia, concebido especialmente para surcar las turquesas aguas del Pacífico Sur, llevando todo el lujo a los mares menos profundos de las islas tahitianas, y por tanto a los lugares más recónditos y paradisíacos de la zona.
Con su capacidad para 322 pasajeros, se considera una embarcación exclusiva donde todos los camarotes tienen vistas al mar y el 70% dispone de balcón privado. Para complementar una atención de lujo, dispone de un servicio muy personalizado (dos miembros de la tripulación por cada tres pasajeros). Cuenta con un Grand Salon donde podrían realizarse presentaciones y/o reuniones de trabajo, y lo mejor es que las jornadas laborales podrían finalizar con un refrescante chapuzón en las cristalinas aguas de la Polinesia que tanto inspiraron al artista que da nombre al barco.
¿Se puede trasladar toda esta organización a un crucero de lujo? Sin duda, se puede. Por supuesto, estaríamos hablando de reuniones o incentivos de alta dirección, dado que los costes serían notablemente más elevados, pero la posibilidad existe.
Pullmantur realizó un estudio donde determinó un ahorro de en torno al 35% para las empresas que contratasen sus servicios de MICE en un crucero, sobre las que lo hacían de los mismos servicios en tierra.
El “renovarse o morir” se aplica más que nunca también en el mundo de los cruceros. Encontramos visionarios que con un claro objetivo de innovación, paradójicamente vuelven la vista atrás, como es el caso del Bolsover Cruise Club, una web de cruceros británica que ofrece a sus viajeros toda la aventura de los viajes por mar de los aventureros marinos y descubridores, vendiendo cruceros de los que se desconoce el destino. A pesar de todo ese misterio inicial, los viajeros tienen la opción de ir desvelando el itinerario a través de acertijos. Los únicos datos que la original empresa comunica es la fecha de salida y llegada, la duración, y precio de lo que ellos denominan “Secret Sailaway”. Una buena alternativa sin duda para un team building de lujo.
Y quienes quieran dar una vuelta más de tuerca a los cruceros y exprimir todo el jugo llegando a lugares donde un buque convencional no podría llegar nunca, existe también la opción de viajar en un carguero. Quizá sea el extremo opuesto a un crucero de lujo, pero ofrece a los viajeros más aguerridos y aventureros la opción de llegar a puntos del planeta donde no podrían llegar con otro tipo de embarcación.
Por ejemplo, el M/S Aranui 5 (que a pesar de que navega por aguas polinesias, nada tiene que ver con el Paul Gauguin) además de suministrar carga a los seis puertos de las Islas Marquesas, también realiza un servicio de crucero turístico con un itinerario de 14 días, bajo el curioso nombre de “carguero light”. Curiosamente los camarotes van desde los que tienen capacidad para ocho personas (normalmente para los lugareños que lo utilizan como transporte interislas) a camarotes de lujo con pantallas de 55 pulgadas. En cualquier caso, los precios, en contra de lo que pueda parecer, no son nada económicos.
Y aquellos que son reticentes a confiar sus reuniones de trabajo o incentivos, pero que sin embargo se sienten cómodos en el ámbito eminentemente hotelero, están de enhorabuena: Ritz-Carlton Hotel Company se zambulle de pleno en el mar con tres yates de nueva construcción, el primero de los cuales se botará a finales de 2019.
Cada uno de los yates puede albergar hasta 298 pasajeros y dispone de Suites, Spas y Restaurantes capitaneados por el chef Sven Elverfeld (tres estrellas Michelin) al más puro estilo Ritz Carlton.
Como vemos, por suerte, no todo está inventado aún y la creatividad e innovación sigue extendiendo sus tentáculos interminables también hacia los cruceros de lujo.