Cataluña imita otras ciudades europeas y cierra la restauración

El Govern de la Generalitat anunció ayer que los bares y restaurantes de Cataluña deberán cerrar durante los próximos 15 días con el objetivo de contener los contagios de coronavirus.

Bares y restaurantes sí podrán hacer entregas a domicilio y ofrecer recogidas de comida en local. Los hoteles podrán ofrecer servicio de restauración pero solo a los huéspedes y deberán reducir el aforo de los espacios comunes al 50%.
Por otro lado se suspende la celebración presencial de cualquier congreso, convención o feria comercial.


La Generalitat ha tomado otras medidas para frenar el incremento de contagios de la COVID-19 que viene registrándose en los últimos días. Entre otras, la reducción del aforo al 30% en tiendas y grandes centros comerciales y del 50% en el caso de gimnasios, teatros, cines y exposiciones. Además, el gobierno catalán también recomienda priorizar el teletrabajo, siempre que sea posible, y evitar los desplazamientos. 

Las medidas entrarán en vigor este viernes siempre que sean avaladas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Unas medidas que serán impugnadas ante la justicia por parte de diferentes patronales del sector de la restauración y la hostelería que han mostrado su indignación ante este anuncio.

Las principales ciudades europeas también restringen la restauración

El cierre de bares y restaurantes en Cataluña- también Melilla ha optado por ello- no es un caso excepcional. De hecho, las principales ciudades europeas están tomando medidas similares ante el importante incremento de contagios que se está produciendo en los últimos días y que se ha disparado esta última semana en el viejo continente.

En Francia, el Presidente Macron decretó ayer el toque de queda, entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana, en París y las ocho mayores áreas metropolitanas (Lyon, Aix-en-Provence-Marsella, Toulouse, Lille, Montpellier, Grenoble, Rouen y Saint-Etienne). Una medida que estará vigente durante las próximas 4 semanas. Además, desde principios de octubre los bares están cerrados y los restaurantes abren pero con un máximo de 6 personas por mesa. Cada comensal debe dejar nombre y teléfono, lo que ha reducido todavía más la asistencia de clientes.
Países Bajos y República Checa han cerrado bares y restaurantes en el país.
En Reino Unido, los bares y pubs están cerrados en Irlanda del Norte y algunas ciudades de Escocia (donde se ha prohibido el consumo de alcohol). Liverpool ha cerrado totalmente la restauración y en la mayoría de ciudades inglesas los locales de restauración deben cerrar a las 22:00 horas.
Bruselas también ha hecho bajar la persiana a los bares durante un mes y limitado horarios en el resto del país. Alemania, Italia o Dinamarca han avanzado el cierre de la restauración a las 10 de la noche.