La aviación aumentó su huella de carbono un 16% en Europa el año pasado
La consultora de inteligencia de datos turísticos Mabrian ha hecho público un informe en el que se observa el aumento de la huella de carbono del sector aéreo.
Dicho estudio fue compartido por Mabrian en una sesión virtual organizada por la ONU Turismo y la European Travel Comission (ETC) acerca de la medición de la huella de carbono del sector turístico.
En concreto, el sector aéreo generó en Europa 172 millones de toneladas de CO2 durante 2023, un 16% más que en 2022. Además, supone el 4% de la huella de carbono total generada en Europa según las estimaciones de la Unión Europea. Para compensar esta huella de carbono, se estiman necesarios 7.000 millones de árboles por año, lo que supone el 11% del total de masa forestal en Europa, de acuerdo a las estimaciones de la Unión Europea y al informe de la consultora Encon.
El informe también muestra el TOP 10 de los países que más contribuyeron a incrementar las emisiones de CO2 relacionadas con la aviación. Un ránking que encabeza el Reino Unido con 31,4 millones de toneladas de CO2 generadas, representando el 18% del total de emisiones. Le siguieron Alemania y España, con 20 millones de toneladas cada uno, ambos con un 12% del share en las emisiones totales en Europa. Rusia y Francia ocuparon el cuarto y quinto lugar, contribuyendo con 18 millones de toneladas, equivalente al 10% cada uno.
Destaca la variación significativa en las emisiones generadas con respecto a 2022, que aumentan un 16%. Especialmente destacable en algunos países como el Reino Unido con un incremento del 24,20%, seguido por Italia con un aumento del 22,69%, y Francia con un aumento del 15,93%.
Según Carlos Cendra, socio y Director de Marketing y Comunicación de Mabrian, “este análisis no pretende señalar al sector de la aviación, que es imprescindible para el sector turístico y está avanzando mucho en la descarbonización, sino que pretende que los destinos turísticos tomen consciencia de la necesidad de medir el impacto que generan sus visitantes al medio ambiente, para poder actuar en consecuencia, tomar medidas compensatorias y avanzar en el objetivo Net Zero o neutralidad climática fijado para 2050. Sin duda, la medición es la clave para poder tomar medidas y conseguir los objetivos marcados. Por otro lado, proponemos usar indicadores cruzados, como la relación entre la huella de carbono y los ingresos generados por visitante en la economía local del destino, que permiten medir mejor el impacto desde el punto de vista del equilibrio”.