Las personas, eje de la transformación digital en nuestras organizaciones
Las personas, eje de la transformación digital en nuestras organizaciones
La transformación digital es uno de los ejes de la adaptación de las organizaciones en el actual ecosistema digital del business travel. La tecnología es clave para esta reinvención, pero la verdadera transformación pasa por las personas que forman las organizaciones. Este artículo pretende incidir en este aspecto, sin olvidar, por supuesto, otros elementos clave de dicha transformación: como la tecnología, el marketing digital, etc.
Sin duda, uno de los conceptos que hemos escuchado sin descanso en foros, jornadas, reuniones, etc., es el de la transformación digital. Se ha convertido casi en un «mantra» que debe permitir a las organizaciones aprovechar el actual potencial de la tecnología en un entorno claramente digital, donde el negocio es DIGITAL.
Parece que ‘TODO’ se va a solucionar gracias a esta transformación que, equivocadamente, se asocia (solo) a tecnología.
Parece que «TODO» se va a solucionar gracias a esta transformación que, equivocadamente, se asocia (solo) a tecnología, a big data, a CRM, etc. Y no es cierto. Somos las personas, los profesionales, quienes vamos a conseguir esa transformación, sea digital o cualquier otra, como casi siempre ha sucedido. En el fondo, esta transformación digital es la gran oportunidad de revisar los modelos de negocio actuales en todos sus ámbitos: estrategias, procesos, hábitos, comportamientos, etc., para enfocarlos más y mejor a una experiencia de cliente única, que ponga en valor nuestro customer centricity. Consiguiendo así una mejora de la competitividad global del conjunto de las organizaciones y, por supuesto, también de las personas.
Esta transformación digital es la gran oportunidad de revisar los modelos de negocio actuales en todos sus ámbitos.
¿Cuáles son las áreas principales de la transformación digital?
Los avances tecnológicos promueven y son motores de cambio profundo de la sociedad, sus normas, sus comportamientos, etc., por lo que la transformación digital ya se ha convertido más en una necesidad que en una mera oportunidad.
Una de las aproximaciones a la transformación digital contempla tres grandes áreas: cliente digital, donde debemos analizar la experiencia digital de nuestros clientes; negocio digital, donde debemos indagar sobre nuevos modelos de ingresos gracias a esta transformación digital, y organización digital, donde debemos ser conscientes de todos los procesos que están transformando la cultura corporativa y los modelos organizativos, poniendo en el centro de la misma, al empleado.
Los procesos de transformación digital se enfocan a conseguir una organización que pivote en el eje colaborativo (más que horizontal) de la misma.
La transformación digital afecta a la empresa de forma transversal en todas sus áreas de negocio y, de hecho, llega a impactar en la propia cultura de la organización, debiendo ser las personas la palanca principal de esta transformación, y tracción global para el conjunto de la organización.
Otras visiones, en cambio, identifican seis áreas de transformación digital: productividad, desarrollo, gestión, tecnología, negocios y procesos, situando al personal en el eje de cada uno de ellos.
En definitiva, la implementación de la transformación en el ecosistema digital actual aporta una serie de ventajas claras para la organización, entre las que destacan:
- Generación de experiencias nuevas en el cliente.
- Aumentar la capacidad de respuesta rápida de la organización antes los cambios en el mercado.
- Impulsar la cultura de la innovación.
- Mejorar la colaboración interna.
Es este el marco actual donde se debe desenvolver el profesional del business travel. Donde debe combinar sus competencias profesionales en este ámbito con una capacidad destacada de ser parte activa de esta transformación digital en su organización. Puesto que el travel es un sector early adopter a nivel tecnológico, configurando la experiencia de usuario como fundamental para aprovechar esta globalización que se está produciendo gracias al “mundo” digital.
En este sentido, se deben diseñar y desarrollar programas para generar compromisos entre la organización y estos profesionales.
De una organización vertical a una colaborativa. La gestión integrada y personalizable
Los procesos de transformación digital se enfocan a conseguir una organización que pivote en el eje colaborativo (más que horizontal) de la misma. Esto obliga a llevar a cabo, entre otras acciones, una decidida apuesta por la formación en competencias digitales del personal, la utilización de redes sociales corporativas y estrategias de marca digital del empleador para poder captar (y retener) el mejor talento existente en el mercado. Además de así como la detección y aprovechamiento de las tendencias en marketing digital, donde se incluyen conceptos como inteligencia artificial, realidad virtual, análisis predictivo, entre otros.
Lo digital, no es tecnología; es cultura corporativa y personas.
En este proceso de transformación interna de nuestras organizaciones, también se exige que la tecnología, que el ámbito digital, nos ayude en una gestión que pueda integrar (en una sola plataforma) diversas funciones: información detallada, facturación, etc., pero especialmente que permite la personalización a todo tipo de organizaciones y sus políticas de viaje.
Es evidente, pues, que esta transformación también requiere un cambio, una adaptación, de la cultura de las organizaciones, dando más relevancia a las personas.
Conclusión: lo digital, no es tecnología; es cultura corporativa y personas. Y debe tener un impacto en la cuenta de resultados.