Las nuevas generaciones dibujan el futuro de la movilidad corporativa
Las nuevas fórmulas de movilidad están transformando la manera en la que se mueve la población, tanto para fines particulares como empresariales, y especialmente en entornos urbanos.
La movilidad corporativa terrestre ha estado marcada en las últimas tres décadas por el “clásico” coche de empresa. Pero debemos tener en cuenta que los jóvenes que se están incorporando al mercado laboral, en muchos casos, no cuentan con permiso de conducir. De hecho, un estudio realizado por Uber constataba el descenso del número de personas que se sacaban el carné de conducir.
En concreto, el 81% de la generación Baby Boom (personas nacidas entre 1945 y 1964) afirmaba contar con carné de conducir. Pero este porcentaje ha ido descendiendo con el paso de los años hasta el 78% en la Generación X (nacidos entre 1965 y 1981), el 74% en el caso de los Millenials (nacidos entre 1982 y 1994) hasta llegar a la Generación Z (nacidos a partir de 1995), donde solo un 58% cuenta con permiso para conducir un turismo.
También podemos fijarnos en las estadísticas de la DGT. Si bien las cifras de los últimos años están marcadas y distorsionadas por factores como la COVID o las listas de espera para poder realizar el examen práctico, sí podemos observar cómo el número de nuevos permisos ha ido descendiendo de forma progresiva desde 2008- cuando se registraron 873.587 nuevos permisos de conducción- hasta 2017, año de la serie histórica con menor número de nuevos conductores. En los últimos años, se observa cierta recuperación, aunque con cifras inferiores respecto a estadísticas pasadas.
“Solo un 58% de la Generación Z (nacidos a partir de 1995) cuenta con permiso para conducir un turismo”
¿Cómo deben actuar las empresas?
El mismo estudio realizado por Uber afirmaba que 6 de cada 10 personas que no tienen el carnet de conducir justifican que no quieren sacárselo porque disponen de otras alternativas para desplazarse por su ciudad: transporte público, taxis, vehículos de transporte con conductor (VTC) y otras opciones de micromovilidad. A ello hay que añadir los elevados costes asociados a la tenencia de un vehículo (elevado precio de compra, coste energético, mantenimiento, seguro, aparcamiento), sin olvidar el impacto medioambiental que puede llegar a generar un vehículo de combustión, la incertidumbre tecnológica a la hora de elegir un tipo de motorización o las restricciones de circulación en las ya consolidadas zonas de bajas emisiones.
Ante este panorama, las empresas deben tomar medidas y replantearse sus políticas de movilidad y también de incentivos. ¿Qué beneficio y motivación le aporta un coche de empresa a un empleado que no tiene carné de conducir? A la hora de elegir un medio de transporte, las nuevas generaciones valoran conceptos como la flexibilidad, la practicidad o el bajo impacto medioambiental. Unos conceptos que el coche de empresa convencional realmente no aporta.
Una de las soluciones cada vez más habituales es el Mobility Budget (presupuesto de movilidad). Es una solución muy interesante para fomentar la transición de los empleados, de los vehículos de empresa a modos más sostenibles como la bicicleta, vehículos compartidos, transporte público o caminar.
El Mobility Budget resulta más flexible que otros incentivos, especialmente en países como Francia y Bélgica donde se ha establecido una legislación que fomenta su implantación en las empresas.
El gran atractivo de esta fórmula es la flexibilidad de sus formas: presupuesto individual para modos de transporte sostenible, reembolsos de los costes de transporte a los empleados, incentivos para la compra de viviendas próximas a la oficina…
Todo ello crea un contexto que aumenta la conciencia sobre los modos de movilidad sostenibles, mejora la atracción y retención de empleados y fomenta la salud mediante la llamada movilidad activa.
Y si ello viene acompañado de una buena App con diversidad de servicios de movilidad y capaz de realizar un seguimiento de la huella de carbono de los desplazamientos corporativos, mucho mejor.
Beneficios
Sin duda alguna, las preferencias de las nuevas generaciones están modelando y poniendo las bases de la movilidad corporativa de un futuro no muy lejano. Y una de las consecuencias será, a buen seguro, la reducción del tamaño de las flotas de vehículos, especialmente aquellas que forman parte del paquete retributivo.
Una reducción que puede aportar múltiples beneficios a la empresa. No solo es posible una disminución del gasto destinado al parque móvil (y todo lo que se deriva de ello en el presupuesto y las cuentas de la compañía), sino que también contribuirá a reducir la huella medioambiental de la compañía, especialmente si, por ejemplo, se eligen vehículos eléctricos en los desplazamientos realizados en taxi o VTC. También se liberan plazas de aparcamiento (en caso de que las tengamos en nuestras instalaciones corporativas), ganando espacio para otras funciones.
Uber para Empresas está liderando con sus soluciones estos cambios en la movilidad corporativa. Como explica Adriana Guzmán, directora de Uber para Empresas para el Sur de Europa, “el uso de nuestra plataforma no solo supone un incentivo muy valorado por los empleados. Muchas empresas también nos eligen para sus desplazamientos por la sostenibilidad, ya que ofrecemos estadísticas exhaustivas, informes sobre las emisiones de los desplazamientos, así como la posibilidad de reservar trayectos con vehículos cero emisiones.”
La seguridad es otro de los argumentos a favor de Uber para Empresas, ya que se realizan seguimientos GPS de los recorridos e incluso, en algunos mercados, colaboran con Concur Locate e Intertational SOS para gestionar riesgos potenciales.
A ello hay que añadir un mayor control de los costes y una mejor gestión de la facturación y la visibilidad de los gastos, con una estructura de costes transparente de cada uno de los empleados y sus viajes. Todo ello sin coste añadido por usar la cuenta de empresa, solo pagando por los servicios consumidos, sabiendo el precio desde el inicio e incluso pudiendo restringir las horas, las zonas, el tipo de vehículo…
“Las empresas deben replantearse sus políticas de movilidad y también de incentivos: ¿qué beneficio y motivación le aporta un coche de empresa a un empleado que no tiene carné de conducir?»
Regreso a casa sin estrés
Algunas empresas han puesto en marcha una iniciativa original y especialmente útil para ayudar a implantar, impulsar y normalizar nuevas fórmulas de movilidad.
El objetivo es proporcionar un modo de transporte seguro, confortable y eficaz (Taxi, VTC, etc.) si el empleado abandona las instalaciones de la empresa más tarde de su horario establecido.
De esta forma, se reduce el estrés de aquellos empleados que, si salen tarde, corren el riesgo de ver limitadas sus opciones de transporte para regresar a casa, especialmente si utilizan el transporte público o si las instalaciones se encuentran ubicadas en zonas poco céntricas.
Es una medida que pueden adoptar empresas donde predomina el uso de vehículos con un solo conductor y también para incentivar cambios de hábitos de movilidad hacia modos compartidos. En esta misma línea, también puede proporcionarse acceso a un coche de empresa, durante algunos días al mes, siempre que el empleado acredite la utilización de transporte público, carsharing, bikesharing, etc.
Las empresas tecnológicas, principales usuarias
Este tipo de servicios de movilidad corporativa ha dejado de estar reservado a altos ejecutivos y se ha hecho extensivo a toda la plantilla.
Según Uber para Empresas, el tipo de empresas que más apuestan por este servicio en España son las tecnológicas (27%), consultoras (14%) y financieras (12%). La mayoría de viajes son realizados por los departamentos de ventas, marketing y eventos. Y en cuanto al tamaño de empresas usuarias, las que conforman el middle-market son las que más invierten en este servicio, seguidas de las estratégicas- petroleras o energéticas-, grandes corporaciones y, en último lugar, las pymes.
Los momentos con más viajes registrados son los jueves de 8 a 10 de la mañana y de 19 a 21 horas, seguidos de martes y miércoles de 8 a 9.
No hay sorpresas en los resultados respecto a los puntos de recogida y destino más solicitados en Madrid (la ciudad con más usuarios): Aeropuerto Adolfo Suárez, las estaciones de Atocha y Chamartín, y el recinto ferial de IFEMA.