La prodigalidad de sus señorías no se frena en España
Más de medio millón de euros de dinero público para pagar los viajes de los Diputados durante los meses en que las Cortes han estado disueltas.
Así iniciaba una noticia publicada por europa press. El Congreso de los Diputados ha destinado algo más de medio millón de euros para sufragar viajes de diputados entre el 1 de abril y el 30 de junio. Meses sin apenas actividad parlamentaria al estar disueltas las Cortes buena parte de ese periodo.
No se trata de una noticia de novedad para esta revista ya que en noviembre de 2017 habíamos publicado un artículo anterior sobre esta cuestión. Por lo que más bien ahora se trata de comprobar que dos años después de la puesta en marcha de los mecanismo de transparencia, poca cosa se ha trabajado para optimizar la gestión de recursos para viajes y reducir así su presupuesto. Pero todo parece indicar que la prodigalidad no se reduce con lo cual la dañada imagen de nuestros partidos políticos y de sus señorías no tiende a desaparecer.
La prodigalidad de sus señorías no se frena
Según datos oficiales del Congreso, entre el 1 de abril y el 30 de junio se facturaron 504.792,37 euros para sufragar viajes de sus señorías dentro del país para el desarrollo de su actividad tanto parlamentaria como estrictamente política.
Los gastos abonables de sus señorías incluyen:
- Billetes de avión, tren y/o transporte público,
- Alojamientos
- Pagos por kilometraje,
- Indemnización por uso de vehículo privado y las dietas.
- Gastos de gestión, cancelaciones, cambios
- Billetes emitidos pendientes de utilización
Podéis consultar las cuentas de los gastos de viajes en el portal del Congreso
El foco del problema está en la Política de Viajes excesivamente Abierta
Los viajes de los diputados se rigen por una resolución de la Presidencia del Congreso de 2014, que reconoce el derecho de los parlamentarios.
«…las ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función».
Y el control de los gastos es responsabilidad de sus correspondientes grupos parlamentarios.
«el ejercicio y labor política ó parlamentaria debe ser libre sin que deba imponerse ningún tipo de censura o control previo, en forma de autorización, sobre la misma, más allá de los límites ya establecidos en nuestro ordenamiento jurídico».
Si los mecanismos de supervisión corresponden a cada grupo. ¿Cuales son estos mecanismos?
Y por lo que se advierte, los grupos parlamentarios, no aplican ningún mecanismo
«es el propio diputado quien debe utilizar de manera responsable los medios que la Cámara pone a su disposición»
Tras todos los escándalos políticos en España, ¿tenemos que seguir confiando en que sus señorías hagan la utilización responsable de fondos públicos?
Las políticas de viajes sin mecanismos control son ineficientes. Las políticas de viajes medio abiertas no frenan el libre ejercicio de la labor política y parlamentaria. Y lo más importante es que servirían para reducir aquellas desviaciones o abusos indeseables.
La única restricción que hemos encontrado es que el Reglamento avisa (pero no sanciona) sobre la realización de cualquier desplazamiento para un objeto distinto de los mencionados y que no guarde relación con el ejercicio de la labor política o parlamentaria no podrá ser imputada al Presupuesto de la Cámara, debiendo abonarse por el diputado».
Si deseas consultar los detalles de esta información te añadimos el link de la página del congreso.
Nuestra reflexión…
Una de las mayores organizaciones de nuestro país no puede seguir a día de hoy utilizando una política de viajes completamente abierta. Esta fórmula no pone ningún filtro a sus señorías que pueden reservar hoteles 5 estrellas o reservar un vuelo en business el día anterior.
Además de las medidas de transparencia que se han aplicado, es necesario replantear lo escrito en los reglamentos internos para poder implementar una nueva política de viajes «semiabierta».
No estamos inventando la sopa de ajos, el gobierno alemán tiene desde hacer años unas políticas de viaje muy restrictivas que no impiden ni limitan el trabajo de sus representantes de gobierno.
Y el problema no está en que no existan profesionales capaces de solucionar esta situación en los partidos políticos. Me consta personalmente que los hay. El problema es que la prodigalidad de sus señorías no se frena y a ninguno de nuestros representantes en el Congreso parece interesarle lo más mínimo que esta situación cambie.
Y mientras nada cambie, todos los españoles seguiremos abonando las facturas del Westin Palace o Ritz sin tan siquiera haber podido negociarles un 10%.