El aeropuerto del futuro
La industria turística no ha dejado de trabajar en los últimos años para ofrecer al viajero una experiencia cada vez más perfecta y en ello juega un gran papel una pieza central en muchos viajes. Moderno, tecnológico, funcional, seguro y ameno, así se presenta el aeropuerto del futuro.
Hubo un tiempo en que volar en avión fue un lujo pero con la popularización y masificación del turismo, viajar implica a menudo hacer colas interminables, esperar en salas repletas de gente, perder el equipaje y sufrir retrasos y cancelaciones de vuelos. Hoy por hoy estas inconveniencias no han desaparecido, pero se trabaja para minimizarlas en todo lo posible.
El tiempo perdido en el aeropuerto podría ser uno de los más temidos a menos que se encuentre uno en el Aeropuerto Internacional de Singapur, Changi Airport, aquí lo de menos es volar… Changi ha sido famoso por sus tours ofrecidos a todos aquellos pasajeros que dispongan al menos de más de seis horas de conexión.
Pero incluso si uno no tiene tiempo para ver Singapur, hay una diversidad de maravillas para visitar dentro del mismo aeropuerto: jardines con cactus, orquídeas y lirios de agua, piscina en la azotea, una cascada de seis metros que es el hogar de 40 especies de mariposas, etc.
Y en el caso en el que en la naturaleza no sea lo que esté buscando, uno siempre puede ponerse al día con las últimas películas de Hollywood en las salas de cine con proyecciones gratuitas o karaoke para hacerle la espera un poco más soportable.
Aunque parezca un caso aislado, el Incheon International Airport de Seúl, en Corea del Sur, también cuenta con opciones para mejorar la espera como un campo de golf, spa, habitaciones privadas para dormir, pista de patinaje sobre hielo, un casino, jardines interiores y un museo de la cultura coreana.
No en vano, en torno al 40% de los ingresos de los aeropuertos provienen hoy de actividades no relacionadas con aspectos aeronáuticos, por lo que ofrecer servicios personalizados al viajero, resulta vital. Tiendas, restaurantes, alquiler de coches o parking tienen cada vez más peso en la cuenta de resultados.
LA GESTIÓN DEL AEROPUERTO INTELIGENTE
Gestionar los millones de pasajeros que pasan por un aeropuerto internacional cada año supone una tarea compleja. El número de personas que los utilizan crece además de forma sostenida cada año y las medidas de seguridad se hacen cada vez más estrictas. Este incremento de pasajeros está llevando a los aeropuertos a reorientar su negocio para no solo dar servicio a las aerolíneas, sino también a los pasajeros. Aeropuertos más cómodos, que dejen tiempo para que el viajero realice compras y contrate servicios. El futuro pasa por potenciar el ocio en estos espacios. Para conseguirlo, empresas como la tecnológica Indra, están convirtiendo estas infraestructuras en auténticos aeropuertos inteligentes. El Big Data, el análisis computacional o el «internet of things» están haciéndolo posible.
El aeropuerto de El Prat de Barcelona logró en el 2015 alcanzar un nuevo máximo de usuarios, al pasar por sus terminales 39.711.276 pasajeros, lo que supone un crecimiento del 5,7% respecto del 2014, año que también marcó máximo para la instalación. El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cerró 2015 con 46,8 millones de viajeros, un 11,9% más que en 2014, el mejor ejercicio de los últimos cuatro años, según el ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
Se trata de cifras muy abultadas que dan idea del gran esfuerzo que debe llevarse a cabo para gestionar las llegadas, embarque y tránsito de pasajeros. Hacerlo de modo eficiente está
exigiendo que los aeropuertos se conviertan en infraestructuras
inteligentes. Para poder dar estos servicios es preciso “optimizar la gestión de grandes volúmenes de datos que mejoren la coordinación entre los trabajadores del aeropuerto y a su vez, puedan ofrecer servicios que atiendan las necesidades de los pasajeros durante su paso por él”, explica el experto en soluciones de Aeropuertos de Indra Juan Francisco García López.
En torno al 40% de los ingresos de los aeropuertos provienen hoy de actividades no relacionadas con aspectos aeronáuticos.
Mientras se cuida la experiencia del viajero en la terminal, el aeropuerto se ha de encargar de coordinar todo lo necesario para que los vuelos estén preparados a la hora programada.
Para ello, según explica García López, el aeropuerto utiliza la base de datos de operaciones aeroportuarias. Éste es el verdadero cerebro encargado de planificar y supervisar en tiempo real cada uno de los vuelos del aeropuerto y los recursos asignados: puerta de embarque, mostrador de facturación, cintas de recogida de equipajes, etc. Tecnologías como el big data, el análisis de datos así como el empleo de avanzados centros de control, son ya herramientas imprescindibles y que la tendencia actual apunta hacia aeropuertos dotados con las tecnologías de la información más avanzadas.
Este sistema se apoya a su vez en otros sistemas, encargados de la asignación de recursos de forma automatizada y de permitir la toma de decisiones de manera colaborativa entre los profesionales del aeropuerto y aerolíneas. Pero, por encima de todos estos sistemas, la gestión de un aeropuerto sigue recayendo en las personas, para los que se ha desarrollado avanzados centros de control que ofrecen una visión de conjunto de lo que está ocurriendo en cada momento en las principales áreas que afectan a la operación de un aeropuerto: operaciones, seguridad e infraestructuras.
LA COMODIDAD DEL VIAJERO
Según el informe El futuro de los viajes de Skyscanner, los avances tecnológicos van a eliminar las colas de facturación y hasta los propios mostradores. Se podrá dejar la maleta en puntos automatizados distribuidos por toda la terminal y facturar mediante una simple orden verbal a un dispositivo ponible (wereable) de Inteligencia Artificial (IA).
Para la mayoría de los expertos en el sector aeronáutico, este escenario es más que probable. “En el 2025, tecnologías de autoservicio automatizadas a través de Smartphone permitirán a los viajeros dejar momentáneamente su maleta en el McDonald’s o facturar mientras piden un café en Starbucks”, afirma Patrick Yeung, CEO de Dragonair.
La función de estos sistemas es en definitiva reducir la complejidad y que el viajero no deba preocuparse de nada. Aunque aún queda camino por recorrer, los aeropuertos se convertirán cada más en centros de ocio y la tecnología lo está haciendo posible.
En este sentido, se está cuidando especialmente que el usuario pueda acceder a toda la información que necesita de forma sencilla. Debe poder moverse por la terminal con facilidad, encontrar los servicios y productos que más se ajusten a su perfil, conocer el estatus de su vuelo y si hay cualquier cambio en la hora de embarque. A los tradicionales sistemas de quioscos de información y paneles informativos se están sumando ahora las tabletas, móviles y apps descargables. Todo esto facilitará la reducción del estrés del viajero.
Tecnologías como el big data, el análisis de datos así como el empleo de avanzados centros de control, son ya herramientas imprescindibles.
Otros proyectos de Indra que aún se encuentran en desarrollo, como el proyecto de I+D Adapta, van más allá y trabajan ya para poder personalizar incluso los contenidos digitales publicitarios al gusto de cada individuo. Estos sistemas analizarán sus preferencias, movimientos oculares e incluso detectan el dispositivo móvil que porta para personalizar la oferta de servicios y productos.
En los aeropuertos de Heathrow y Frankfurt se ha instalado iQueue, un producto que funciona mediante Bluetooth y es capaz de entender el comportamiento del pasajero y reducir las colas que puedan formarse. Controla las colas, el tiempo de permanencia, los controles de acceso y todos los servicios relacionados. Así lo afirma Skyscanner en su informe El futuro de los viajes, donde habla también del etiquetado inteligente. La aerolínea japonesa All Nippon Airways ya está utilizando tabletas inteligentes en su programa Fast Travel, que ofrece tabletas a los pasajeros para que facturen en pocos segundos y después les muestra la ruta hasta su puerta de embarque, pasando por los controles de seguridad.
Expertos opinan que en el futuro, una vez se haya probado el funcionamiento de este tipo de sistemas los pasajeros podrán acceder a estos datos almacenados a través de una aplicación y aprovechar así la información que obtengan para agilizar sus viajes.
LOS NUEVAS ÁREAS DE NEGOCIOS
Muchos aeropuertos ofrecen cada vez con mayor frecuencia espacios para reuniones de trabajo, lo que es aprovechado por empresas para agilizar la logística de los viajes de negocio. A medida que se reducen los presupuestos para viajes de negocio y las compañías examinan la productividad, es posible que los viajeros de negocios descubran que la siguiente reunión no será en un centro recreativo de mucho lujo ni en un hotel en el centro de alguna ciudad, sino en un aeropuerto.
Los aeropuertos internacionales de Portland, en Oregón, y Hopkins, en Cleveland, por ejemplo, cuentan hace tiempo con instalaciones para conferencias. En años recientes, se les han unido las terminales internacionales SeaTac, Lambert-St. Louis e Indianápolis, así como el Nacional Ronald Reagan de Washington, entre otros. Una empresa que gestiona este tipo de servicios en los aeropuertos internacionales de Portland y Hopkins, en Cleveland, señaló que manejó 1.200 reservas el año pasado, aunque unas 500 fueron reuniones internas, en comparación con 845 en 2008. El Nacional Ronald Reagan, que cobra 95 dólares la hora por una sala de conferencias para 40 personas y una tarifa de 500 dólares por día, recibió aproximadamente 50 reservas al año.
Los aeropuertos se convertirán cada más en centros de ocio y la tecnología lo está haciendo posible.
El resultado es que los hoteles en los aeropuertos se están renovando para afrontar la competencia. Radisson opera uno con servicio completo cerca del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. El Crowne Plaza Phoenix Airport Hotel terminó una renovación de ocho millones de dólares en enero, mientras que el Courtyard de Marriott Cleveland Airport North también realizó cambios importantes en sus habitaciones.
Estadísticas de STR, una empresa de investigación de viajes en Hendersonville, Tennessee, muestran índices de ocupación en los hoteles aeroportuarios de 70 por ciento en lo que va del año, en tanto que la ocupación hotelera general cayó por debajo de 60 por ciento.
RANKING DE LOS 10 AEROPUERTOS MÁS MODERNOS DEL MUNDO en 2016*
*según Skytrax
1º Aeropuerto de Changi SINGAPUR
2º Aeropuerto Internacional de Incheon, Seúl COREA DEL SUR
3º Aeropuerto de Múnich ALEMANIA
4º Aeropuerto Internacional de Haneda, Tokio JAPÓN
5º Aeropuerto Internacional de Hong Kong CHINA
6º Aeropuerto Internacional Chubu Centrair, Nagoya JAPÓN
7º Aeropuerto de Zúrich SUIZA
8º Aeropuerto de Heathrow, Londres GRAN BRE TAÑA
9º Aeropuerto internacional de Kansai, Osaka JAPÓN
10º Aeropuerto Internacional Hamad, Doha QATAR
REPERCUSIÓN DE LAS REDES SOCIALES
La consolidación de las redes sociales también está contribuyendo a situar al pasajero en el centro del nuevo modelo. El acceso de los pasajeros a las redes sociales hace que, lo que antes podía quedar en una simple queja (no pública) de un cliente, ahora se puede magnificar si se hace a través de un comentario en una red social, pudiendo impactar en la percepción del resto de clientes y afectar a la reputación de toda una marca. Entonces, tanto aeropuertos como líneas aéreas, deben implementar estrategias de comunicación social instantáneas para identificar viajeros potencialmente insatisfechos y poner en práctica sistemas de respuesta inmediata para mejorar la gestión de la frustración de los viajeros, para evitar que perjudiquen a sus compañías.
LAS COMPAÑÍAS DE HANDLING
La gestión de equipajes se ha venido externalizando en compañías independientes a los aeropuertos por motivos de rentabilidad pero la satisfacción del pasajero depende del servicio prestado por estas. Por lo que tanto aerolíneas como aeropuertos tienen un desafío añadido al tener que lidiar con una serie de compañías externas a las que se les han ido otorgando la prestación de los diferentes servicios.
Además, la misma compañía de handling sirve a aerolíneas que compiten entre sí. Por lo que la integración de sistemas con las aerolíneas no se ha realizado. Y por tanto, estas desconocen para cada vuelo, cuántas maletas se han facturado, la capacidad de carga del avión o los datos de contacto de los pasajeros en caso de alteraciones en el tráfico que impliquen el retorno del equipaje.
Estas limitaciones pueden afectar negativamente la percepción por parte del cliente de la aerolínea por lo que tecnologías como las etiquetas inteligentes RFID pueden jugar un papel destacado en un futuro cercano. Estas permiten conocer dónde se encuentra el equipaje en todo momento.
Muchos aeropuertos ofrecen cada vez con mayor frecuencia espacios para reuniones de trabajo, lo que es aprovechado por empresas para agilizar la logística de los viajes de negocio.
Estas etiquetas digitales pueden ser predefinidas con información sobre los detalles del vuelo y el destino del equipaje, y gracias a la tecnología de comunicación de campo cercano (NFC) pueden ser escaneadas y enviadas con rapidez.
Esta misma tecnología permitirá al viajero del futuro hacer el seguimiento de sus maletas, identificándolas en la cinta transportadora, o podrá ofrecerle una vista aérea del trayecto que recorrerá el equipaje de un lugar a otro del aeropuerto. “Pero esto es solo la punta de un iceberg tecnológico realmente fascinante”, señala el cofundador de The Future Laboratory Martin Raymond: “Estamos asistiendo al nacimiento de lo que se ha denominado el internet de los objetos: en la próxima década, cada vez más productos —50.000 millones de dispositivos, según Cisco— estarán conectados a internet y entre ellos. Y me refiero a productos como ropa, accesorios o frigoríficos, e incluso cepillos de dientes y maletas”.
SEGURIDAD
Otro ámbito en el que se ha desencadenado una auténtica carrera tecnológica es el de la seguridad. Al circuito de cámaras que controlan las instalaciones, parking y pistas se suma los sistemas biométricos que ya se están instalando para facilitar el paso por frontera, comprobación de documentos o los sistemas que se están instalando para controlar el contenido de equipajes.
Los sistemas biométricos de control automatizado fronterizo que Indra ha desplegado en los seis aeropuertos españoles con más tráfico internacional, permiten validar el pasaporte mediante reconocimiento biométrico de rasgos faciales y la comprobación de la huella dactilar. “Se trata de evitar colas y esperas al pasajero y que se sienta más cómodo, elevando al mismo tiempo la seguridad”, comentan desde la compañía. Estas soluciones están intentando reducir las molestias al viajero y las esperas que implican los mayores controles de seguridad. Barajas, El Prat o Málaga son algunos de los aeropuertos españoles que ya utilizan estos sistemas para validar documentos de viajeros.
Ya sea ante ataques terroristas, secuestros, bombas o sabotajes, los responsables de seguridad de instalaciones aeroportuarias aplican unos estrictos criterios de control de accesos y comunicaciones. Los aeropuertos son, en muchas ocasiones, escenario de conductas delictivas como contrabando, inmigración ilegal o robos: la gestión de riesgos supone una ardua tarea de vigilancia en terminales, aparcamientos, aviones y pistas para la que la tecnología ofrece muchas respuestas.
Los sistemas biométricos de control automatizado fronterizo permiten validar el pasaporte mediante reconocimiento biométrico de rasgos faciales y la comprobación de la huella dactilar.
Las áreas restringidas podrán ser protegidas por sistemas que integren una amplia gama de lectores, y cuya integración con la videovigilancia tenga la opción de registrar y grabar cualquier incidencia en el paso de personas: la más mínima violación en los accesos podría disparar automáticamente una alarma.
Por otro lado, desde Indra se trabaja ya en la siguiente generación de sistemas de gestión aeroportuaria. La compañía es una de las empresas con más peso del proyecto SESAR, el pilar tecnológico de la construcción del cielo único europeo. En este programa uno de los retos que se plantea es lograr que los aeropuertos no se conviertan en cuellos de botella para el tráfico aéreo y que los pasajeros puedan utilizarlos con facilidad.
Oriol Púges y Meritxell Gacimartín