EEUU exigirá un test negativo a los viajeros a partir del 26 de enero
A partir del próximo 26 de enero, cualquier viajero que quiera entrar en los EEUU deberá mostrar un test negativo de COVID-19 antes de embarcar. Dicho test debe haber sido realizado 3 días antes del embarque. Así lo ha determinado el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los EEUU.
Si el pasajero ha padecido la COVID-19 en el pasado, también deberá aporta una prueba documental de su recuperación de la infección.
Haber recibido la vacuna tampoco exime de la necesidad del test. Según el CDC, las personas vacunadas pueden no enfermar. Pero, en teoría, podrían seguir transmitiendo el virus al resto de pasajeros.
Las aerolíneas serán las encargadas de confirmar la validez de los test o documentación, denegando el embarque si no se aportase ninguna prueba documental.
Esta nueva normativa afecta tanto a los extranjeros como a los propios ciudadanos estadounidenses que regresen a su país.
Por otro lado, esta norma también es válida para pasajeros que entren a los EEUU para hacer escala hacia otro país.
Si el vuelo se retrasa antes de la salida, deberá volver a realizar la prueba si la demora del vuelo provoca que el test quede fuera del requisito del período de 3 días antes de la salida.
Los miembros de las tripulaciones sí están exentos de la normativa.
El CDC también recomienda que los viajeros se hagan un test entre 3 y 5 días después del viaje y que cumplan una cuarentena voluntaria de 7 días. Si no se realiza un test de detección tras el viaje, la recomendación es aislarse en casa durante 10 días