La seguridad aérea empeoró en 2024
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha publicado su informe anual de seguridad aérea, destacando que, aunque la aviación comercial sigue siendo el medio de transporte más seguro, en 2024 se registró un aumento en el número de accidentes mortales respecto a 2023.
El informe revela que la tasa total de accidentes fue de 1,13 por millón de vuelos, lo que equivale a un accidente cada 880.000 vuelos. Este dato mejora la media quinquenal de 1,25, pero es ligeramente peor que el 1,09 registrado en 2023. Además, en 2024 se produjeron siete accidentes mortales, sobre un total de 40,6 millones de vuelos. Unos accidentes que dejaron 244 víctimas mortales, en contraste con las 72 del año anterior y la media quinquenal (2020-2025) de 144 fallecidos.
Seguridad por regiones mundiales
En Europa se registraron nueve accidentes en 2024, lo que elevó la tasa de siniestralidad de 0,95 a 1,02 por millón de vuelos. Sin embargo, la tasa de riesgo de víctimas mortales aumentó ligeramente de 0,00 en 2023 a 0,03 en 2024.
En el caso de Norteamérica, se contabilizaron 12 accidentes en 2024. La tasa de siniestralidad pasó de 1,53 por millón de vuelos en 2023 a 1,20 en 2024. El riesgo de víctimas mortales se ha mantenido en cero desde 2020.
La zona de Latinoamérica y el Caribe registró cinco accidentes, con un aumento en la tasa de siniestralidad que pasó de 0,73 a 1,77 por millón de vuelos. El riesgo de mortalidad subió de 0,00 en 2023 a 0,35 en 2024.
África sigue presentando el índice de siniestralidad más alto, con 10,59 accidentes por millón de vuelos en 2024, frente a 8,36 en 2023. A pesar de esto, el riesgo de víctimas mortales se ha mantenido en cero por segundo año consecutivo.
Con solo dos accidentes en 2024, la tasa de siniestralidad en Oriente Medio y Norte de África se redujo a 1,08 por millón de vuelos, mejorando respecto a la media quinquenal.
Mientras que Asia-Pacífico experimentó un leve aumento en accidentes (1,04 por millón de vuelos), el Norte de Asia solo registró un accidente en 2024, manteniendo un bajo riesgo de víctimas mortales.
Factores clave en la seguridad aérea de 2024
El informe de IATA destaca varios factores relacionados con los resultados de seguridad aérea del año pasado.
Uno de los aspectos más preocupantes del informe es el incremento de accidentes en zonas de conflicto. En 2024, dos aviones fueron derribados en Kazajstán y Sudán, causando un total de 43 víctimas mortales. Esta situación resalta la necesidad de reforzar la iniciativa «Cielos Más Seguros» (Safer Skies), creada tras la tragedia del vuelo PS752 para mejorar la seguridad en el espacio aéreo de alto riesgo.
Los accidentes más comunes en 2024 fueron los golpes de cola y las salidas de pista, lo que subraya la importancia de seguir mejorando los protocolos de seguridad en despegues y aterrizajes. A pesar del aumento general de siniestros, es positivo destacar que no se registraron accidentes de vuelo controlado contra el terreno (CFIT), que históricamente han sido de los más peligrosos.
El informe de IATA destaca que las aerolíneas registradas en el programa IOSA (IATA Operational Safety Audit) presentan tasas de accidentes notablemente inferiores. En 2024, estas aerolíneas registraron un índice de accidentes de 0,92 por millón de vuelos, en comparación con 1,70 por millón de vuelos en aerolíneas no certificadas. Esto refuerza la importancia de la certificación IOSA como un estándar clave para la seguridad operacional.
Desafíos emergentes en la seguridad aérea
Según IATA, uno de los problemas en crecimiento es el aumento de interferencias en el Sistema Mundial de Navegación por Satélite (GNSS), que impactan directamente en los sistemas de orientación de las aeronaves. Según el informe, en 2024 las interferencias aumentaron un 175% y los incidentes de suplantación de señales GPS se dispararon un 500%, con los focos más problemáticos en Turquía, Irak y Egipto.
Willie Walsh, director general de IATA, instó a los gobiernos y a los proveedores de navegación aérea a tomar medidas inmediatas para frenar estas interferencias, ya que representan un riesgo inaceptable para la seguridad operacional.
Por otro lado, otro problema identificado es la falta de publicación de informes de accidentes de manera oportuna y completa. Entre 2018 y 2023, solo el 57% de las investigaciones de accidentes obligatorias se completaron y publicaron según lo estipulado en el Convenio de Chicago.