El valor de los proveedores MICE

El valor de los proveedores MICE. Los proveedores son una parte imprescindible en nuestro trabajo, su voluntad y buen hacer van a marcar la diferencia entre un resultado aceptable y uno excelente.

El valor de los proveedores MICE

¿Has analizado si tu relación con los proveedores mice es eficiente?

Desde la recesión económica, se nos pide a las agencias que, con el precio más bajo, hagamos lo máximo de todo. Es tiempo de innovación, creatividad y optimización de recursos para ofrecer propuestas competitivas a nuestros clientes. En este clima de cambios y mejoras, es conveniente acordarnos también de nuestros proveedores, muchas veces son los que reciben más presión para conseguir precios más competitivos y por el contrario, a nivel humano, se quedan un poco olvidados. En los años 90, las escuelas de negocios daban unas claras pautas sobre cómo negociar con nuestros proveedores: de una manera agresiva, distante y considerándolos el enemigo. Se ejercía una posición de poder clara, el cliente debía quedar por encima.

El mimar a nuestros proveedores mice va a hacer que podamos optimizar de una sorprendente manera nuestros recursos y negociaciones con ellos.

A día de hoy la situación ha cambiado, se han dejado las pautas agresivas, pero aún quedan aspectos por mejorar.

A veces es bueno sentarse a reflexionar, ¿soy consciente de que mis proveedores son mis aliados clave?

¿Tengo una relación eficiente con ellos? El mimar a nuestros proveedores no solo va a hacer que el trato en nuestro trabajo sea más agradable, sino que además vamos a poder optimizar de una sorprendente manera nuestros recursos y negociaciones con ellos.

¿Usted trata a todos sus clientes igual? Estoy convencida de que no, por lo tanto le aseguro que sus proveedores tampoco lo hacen. Los beneficios de una relación de calidad y a largo plazo con sus proveedores pueden llegar a ser infinitos, tan lejos como este se preste a llegar, pero generalizando podemos enumerar los siguientes:

— Un trato: personalizado, flexible, sincero, en confianza.
— La comunicación: fluida, bidireccional.
— Los costes: adaptados a las necesidades de cada situación, conocimiento de los mismos, condiciones de pago mejoradas, créditos, etc.
— La capacidad de actuación: respuesta positiva y rápida. Gran disponibilidad.
— La calidad del servicio/producto: mejoras, asesoramiento fiable, servicio “especial”.
— La capacidad de adaptación: a todos los niveles (producto, proceso, servicio, trato, etc.).

Si considera que todos estos beneficios se los aportan sus proveedores, ¡felicidades!, tiene “La Relación Ideal” con ellos.

Si le quedan flecos sueltos, a continuación le enumero algunas pautas para tratar de llegar a la relación ideal:

— Crear equipo: remando juntos en la misma dirección, con un mismo objetivo. Conocerlos de cerca, su producto y las personas que trabajan detrás de él.

— Comunicación fluida: transparencia, escucha activa, disponibilidad, feedbacks sinceros, amabilidad, briefings detallados.

— Conservar las buenas relaciones también cuando no contratamos el servicio: Acepte sus invitaciones, recíbalos (tenga en cuenta que lo que le van a contar va a ser formación indispensable para su trabajo).

Y si es un valiente, anímese a invitarlos usted a ellos de vez en cuando. Al final se trata no solo de una buena relación que beneficie a ambos, sino también de crecer juntos aprendiendo los unos de los otros. Nuestro objetivo debe de ser cuidarlos y vendernos tan bien a nuestros proveedores como lo hacemos a nuestros clientes.

 

Ana Sainz de la Maza

Ana Sainz de la Maza